Rusia decidió este jueves cerrar su frontera oriental, en la que comparte miles de kilómetros con China, para prevenir la propagación del coronavirus de Wuhan, causante de al menos 170 muertes.

“Hoy fue firmado el correspondiente decreto, y ya entró en vigor. Se cerrará la frontera en la región del Lejano Oriente y se tomarán otras medidas para frenar el avance de la enfermedad”, afirmó el primer ministro, Mijaíl Mishustin, durante una reunión del gabinete.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores recomendó a los ciudadanos no viajar a China a menos que se trate de casos de extrema necesidad.

Rusia suspendió además temporalmente la entrega de visados electrónicos a ciudadanos chinos, que no podrán ingresar al país a través de los puestos de control ubicados en el Lejano Oriente, la región de Kaliningrado, San Petersburgo y la región de Leningrado.

Hasta este jueves no se había registrado ningún caso del virus 2019-nCoV en Rusia, de acuerdo con las autoridades de ese país.

El presidente Vladimir Putin pidió estar “alerta” ante imprevistos para minimizar las pérdidas humanas. Los científicos rusos, asegura Moscú, están además “cerca” de crear una vacuna contra el coronavirus y ya han desarrollados dos pruebas para su detección.