La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó los hechos registrados la noche de ayer en las inmediaciones del palacio municipal de Benito Juárez, Quintana Roo, en los que presuntamente elementos policiales repelieron mediante detonaciones de posibles armas de fuego a manifestantes que se pronunciaban en contra de los feminicidios y violencia de género, lo que dejó como saldo dos personas heridas por bala, los periodistas Reyna Cecilia Solís y Roberto Becerril.
El organismo destacó que a petición de los quejosos, atenderá este caso y llamó a las autoridades a realizar una investigación objetiva, sin dilación, independiente, y seria, que evite la impunidad, analizando ampliamente el ejercicio de la fuerza pública por los elementos estatales responsables, así como en irrestricto apego a las líneas de indagación vinculada con la labor periodística de las víctimas.
Del mismo modo, urgió al Estado mexicano a garantizar la concreción y efectividad en los mecanismos de control y revisión para la exclusión de la utilización de armas de fuego como dispositivo para dispersar manifestaciones públicas y enfatizó que de conformidad con los estándares supranacionales en la materia, únicamente podrá exceptuarse en aquellas oportunidades en que las instituciones policiales no puedan reducir o detener con medios menos letales a quienes amenazan la vida e integridad de otras personas, privilegiando la transparencia.