El peso amaneció este lunes con una depreciación frente al dólar, lo que provocó que la divisa mexicana marcara un nuevo mínimos histórico en los mercados de 25.778 por dólar. Sin embargo, en ventanillas bancarias, llegó a tocar los 26 por dólar.

De acuerdo con el Grupo Financiero Base, esto coloca al peso mexicano “como la segunda divisa más depreciada en la canasta de principales cruces, después del yen japonés”.

El grupo financiero plantea que esta situación se debe, principalmente, a que el gobierno federal no ha implementado políticas fiscales que ayuden a mantener la estabilidad de nuestra moneda frente la pandemia por el coronavirus COVID-19.

Advierten que la decisión del gobierno de no apoyar a las empresas con el aplazamiento de impuestos, y la falta de medidas para evitar la pérdida de trabajos, podría derivar “en una pérdida masiva de empleos y una caída prolongada del consumo”.

Un duro desplome económico a la vista para México
Insisten en que sin políticas fiscales no hay forma de evitar un golpe económico por el COVID-19 y que bajo estas condiciones, en un escenario pesimista, la caída del PIB podría ser hasta del 10%.

De cumplirse esto, México tendría su peor caída desde 1932, cuando el PIB cayó 14%.

El grupo financiero critica que, en lugar de anunciar medidas para mejorar el panorama financiero, el presidente López Obrador se enfoque en proyectos como la Refinería de Dos Bocas, cuando es probable que la deuda de Pemex “pierda su grado de inversión en los próximos meses”.

Agregan que, en este contexto, es muy probable que las calificadoras “sigan ajustado a la baja la calificación crediticia de los valores gubernamentales de México”.

La caída del peso frente al dólar ha sido una constante en los últimos días debido al nerviosismo mundial en los mercados financieros provocado por el número de infectados por COVID-19, que ya superó el millón de casos.

Este domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un plan emergente de reactivación económica para hacer frente a la crisis por COVID-19.

Dicho plan se basa en acciones que en su mayoría ya estaban en curso como los programas sociales de entrega directa para adultos mayores, jóvenes y créditos.

El presidente aclaró que no habrá apoyo fiscal a empresas y se comprometió a crear 2 millones de nuevos empleos en 9 meses.