Ciudad de México.- La próxima Administración federal arrancará con cuentas fiscales más débiles que en sexenios pasados debido a dos factores que presionarán a las finanzas en el mediano plazo: mayores gastos en apoyos a Pemex (que representan 1 por ciento del PIB) y en el pago de pensiones (4 por ciento del PIB).

“Las cuentas fiscales arrancarán de un punto más débil que hace seis años, algunas de estas presiones fiscales van a ser un desafío de política mucho más complicado para la próxima Administración”, indicó Renzo Merino, vicepresidente y analista senior de la calificadora Moody’s, en un foro.

Mencionó que actualmente los gastos rígidos representan casi la mitad del gasto total. Si además se suman otros gastos comprometidos como participaciones estatales, llegan a cerca del 85 por ciento.

Además, recordó que durante la pandemia de Covid-19 se apostó por una prudencia fiscal, pero como resultado de ello se ha sacrificado el gasto en rubros como salud y también se han utilizado “colchones” financieros que ahora están muy limitados.

Si bien eso ayudó a que el déficit fiscal subiera poco, a niveles de 3 por ciento, para 2024 (de acuerdo con el Paquete Económico) se elevará a 5.3 por ciento. Con ello, México tendrá, a nivel de Gobierno federal, el segundo nivel de déficit más alto dentro de los países con la misma calificación crediticia de Baaa2.

En ese sentido, comentó que será importante observar si la próxima Administración federal podrá presentar un plan sobre las finanzas públicas sostenible.

Sobre las perspectivas económicas para México, Ariane Ortiz-Bollín, vicepresidenta y analista soberana de Moody’s, mencionó que la calificadora estima que este año la economía mexicana crecerá 3.3 por ciento debido a un mayor consumo interno y mayores inversiones tanto públicas como privadas.

Sin embargo, prevé que en 2024, la expansión será de 2 por ciento.

El estimado para el próximo año se basa en que se espera cierto rezago en materia de política monetaria, tasas de interés de doble dígito, desaceleración en Estados Unidos y retos estructurales “muy importantes” a nivel soberano, añadió.

Se lleva pago de intereses $16 de cada $100

En los últimos años, la carga del costo financiero de la deuda o pago de intereses se ha elevado y en 2024 consumirá 16 de cada 100 pesos de ingresos, señaló Merino.

Mencionó que si bien la carga de la deuda no se incrementará de forma significativa, otros rubros sí lo harán, entre ellos el pago de intereses. Cuando esta carga de intereses aumenta a ciertos niveles, se puede ejercer mucha presión en las finanzas.

Resaltó que en países con la misma calificación crediticia que tiene México, el pago de intereses es de entre 7 y 8 pesos por cada 100.

Recordó que entre 2016 y 2018, la carga de intereses de México era de 10 a 11 por ciento. Para 2022, subió a 12 por ciento o 12 de cada 100 pesos, en tanto que para 2013 subió a 13 por ciento.