En Colima el despliegue de más de 2 mil elementos de las Fuerzas Federales ha traído 36 horas de paz, después de nueve días consecutivos de hechos violentos.

Divididos en convoyes, soldados y elementos de la Guardia Nacional recorren a pie y a bordo de vehículos, las colonias donde han ocurrido hechos delictivos o que están clasificadas como de alto riesgo.

“Ahorita ya más tranquilo, porque ya he visto pasar más elementos de la Guardia y el Ejército y las patrullas municipales”, dijo Gustavo Villarreal, comerciante.

Algunas personas les regalan agua, mientras transcurre su jornada en los filtros de revisión instalados en los principales accesos a las ciudades de Colima y Villa de Álvarez, donde han ocurrido la mayor cantidad de hechos violentos.

“Porque ellos están cumpliendo con su trabajo y pues da lástima, no sé qué me da verlos en el solazo, y pues hay que llevarles agua”, explicó Jackie, habitante.

Los policías estatales y municipales dicen sentir el respaldo de las fuerzas armadas para enfrentar a los delincuentes y garantizar la seguridad de la población.

“Sí nos sentimos más respaldados y creemos y tenemos la confianza de que Colima vuela a ser un estado seguro”, detalló un policía.

A pesar del despliegue de las fuerzas federales la población aún tiene miedo y las actividades económicas están regresando poco a poco a la normalidad.

“Y somos muchos y si hay un peligro no a todos nos van a proteger, no así lleguen policías y todo, no nos van a proteger a todos… sí yo tomo mis precauciones, de hecho ahorita yo acompaño a mi amiga a su casa y ella me acompaña a mi casa, por lo mismo para estar seguras”, dijo Citlali, habitante de Villa de Álvarez.

En los municipios de la zona costera como lo son Tecomán y Manzanillo, los elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México, también realizan operativos especiales.