La familia Hernández, originaria del municipio de Metepec, trabaja a marchas forzadas para llevar alegría y color a los hogares mexiquenses.
Se trata de la segunda generación de artesanos de papel picado, un arte efímero que sale de los talleres metepequenses directo a las ofrendas de Día de Muertos, su técnica única y tradicional hace que cada pieza sea única, aunque se hagan millones.
Sergio Alejandro Hernández Martínez, Artesano de papel picado, relata que su trabajo es más valorado en el extranjero que en México y eso se debe a las maquinas que han intentado quitarle la tradición a la elaboración de picar papel.
Los artesanos tienen cuatro temporadas de venta, primavera, Fiestas Patrias, Día de Muertos y Navidad; aunque en este año sus ventas bajaron 60 por ciento consecuencia de la pandemia de COVID-19.
El trabajo de la familia Hernández, ha llegado a países como Reino Unidos, China, Suiza, Alemania, Brasil y Arabia.