La secretaria de Economía, Graciela Márquez, justificó el retraso en la reactivación de las cadenas de valor con Estados Unidos al argumentar que “la llegada del COVID-19 fue posterior en México que en los otros países”.

“Entonces en el Gobierno de México se decidió que se iba a priorizar la salud y que teníamos que empezar a hacer este descongelamiento, esta reapertura, hasta que tuviéramos certeza de que esto no iba a impactar la salud”, dijo Márquez en la rueda de prensa matutina de Palacio Nacional.

La funcionaria se refirió a los ajustes al decreto sanitario hechos la semana pasada por el gobierno, que primero incluiría la construcción, la minería y la fabricación de transporte como actividades esenciales permitidas desde el 18 de mayo.

Sin embargo, el gobierno mexicano rectificó después al señalar que solo podrían trabajar en sus protocolos sanitarios para operar a partir del 1 junio bajo la “nueva normalidad”.

Los industriales mexicanos advirtieron que esto paralizaría sectores en toda Norteamérica, como el automotor, pues Estados Unidos recibe más del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas.

“Sí nos interesa seguir integrados en esas cadenas, pero nos interesa sobre todo cuidar la salud en México y nos interesa que la apertura que hagamos realmente construya de nuevo esas cadenas”, declaró Márquez.

Los sectores no esenciales de la economía están detenidos en México desde que el 30 de marzo el Gobierno decretó la emergencia sanitaria por el coronavirus SARS-CoV-2, que ha dejado al momento 51 mil 633 contagios y 5 mil 332 muertos confirmados.

Aunque Estados Unidos es el país más afectado al superar los 1.5 millones de casos y 90 mil decesos por el COVID-19, los empresarios y el presidente Donald Trump presionan a México para que homologue las industrias abiertas.

Aun así, la secretaria mexicana de Economía reafirmó que el “acoplamiento será paulatino y gradual porque Estados Unidos tampoco abrió completamente”.

“La primera pregunta que hicimos fue ‘¿cuándo abre la industria en Estados Unidos?’, y la respuesta era ‘no sabemos bien’ porque justamente también en Estados Unidos la enfermedad pegó de manera muy distinta”, aseveró.

México inició el lunes su plan de una “nueva normalidad” con un programa piloto en más de 300 municipios sin el COVID-19 y que no colindan con regiones con contagios.

Bajo el programa, que inicia por completo el 1 de junio, el gobierno pedirá los “más altos estándares” de las empresas que reabran.

Zoé Robledo, titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), presentó este martes los “Lineamientos técnicos de seguridad sanitaria en el entorno laboral” para el “retorno seguro”.

Es una autoevaluación de 78 puntos que las empresas deberán responder para reanudar actividades, aunque se basa en la confianza al firmarse “bajo protesta de decir verdad“.