La cuestionada incorporación de la industria automotriz como actividad esencial, se relaciona con la entrada en vigor del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-Mec).
En la primera admisión oficial sobre el asunto en el sentido de ser una decisión más de naturaleza económica que sanitaria, la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, expuso hoy que fue el T-MEC, que entrará en vigor al 1 de julio, lo que precipitó la reapertura de dicho sector.
Márquez Colín dijo que en las conversaciones con su contraparte estadunidense sobre el restablecimiento de las cadenas de proveeduría se dejó claro que México privilegiaría la salud y que la reapertura se realizaría hasta tener certeza de que no hubiera un impacto sanitario por la epidemia de coronavirus.
El pasado martes 12, el Consejo de Salubridad General, anunció la inclusión como actividad esencial de los sectores de la construcción, minero y de fabricación de equipo de transporte, compuesto este último por las cadenas productivas automotriz, de autopartes, aeroespacial, ferroviario, e inclusive, de motocicletas y bicicletas.
Ayer, el presidente López Obrador dio a conocer que iniciaba el registro de protocolos y procedimientos para el plan de reapertura del sector automotriz.
La inclusión como actividad esencial del llamado sector de fabricación de equipos de transporte se relaciona, según Márquez Colín, no solo con el restablecimiento de las cadenas de proveeduría, sino también con el T-MEC, por las adecuaciones que tendrán que realizarse:
“Probablemente el sector que más ajustes tendrá que hacer, tanto por el contenido regional como por el laboral –que son dos caras del nuevo tratado—(es un sector) que va a tener que hacer ajustes, entonces necesitábamos que empezara a trabajar porque pronto va a enfrentar las reglas del T-MEC”.