Juan Luis González Alcántara, ministro de la Suprema Corte de Justicia, arremetió contra las propuestas recientes de reforma judicial de Morena y advirtió que el país está en una encrucijada en la que debe elegir entre la consolidación de sus instituciones o su demolición.
El ministro, quien fue el primero nominado a la Corte por el presidente Andrés Manuel López Obrador a finales de 2018, criticó duramente la iniciativa constitucional que éste presentó en febrero para que todos los jueces del país sean electos por voto popular.
Además, durante una conferencia magistral este lunes en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, rechazó la iniciativa de Morena en el Senado, a punto de ser aprobada, para impedir a los jueces de amparo otorgar suspensiones con efectos generales.
González Alcántara afirmó que la propuesta de López Obrador sobre elección de jueces, incluidos los ministros de la Corte, es un rechazo implícito a los 30 años de desarrollo y consolidación del Poder Judicial a partir de la reforma de 1994, cuyo aniversario fue motivo del evento en el IIJ.
“En lugar de privilegiar el mérito, en lugar de privilegiar la especialización, en lugar de privilegiar la neutralidad a través de procedimientos rigurosos y minuciosos, en donde se pueda examinar su capacidad profesional y aptitudes, se nos propone una suerte de concurso de popularidad, en donde se privilegian las promesas grandiosas por encima de las bases doctrinales sólidas, los discursos simplistas y maniqueos por encima de la reflexión mesurada y ecuánime”, sostuvo.
Agregó que no hay manera de garantizar que los candidatos a puestos en la Judicatura estén libres de la influencia de los partidos políticos y que, en realidad, se busca abandonar el progreso de las últimas décadas.
En cuanto a la reforma sobre suspensión en amparo, la iniciativa de Morena sólo impide dar efectos generales cuando se impugnen leyes, pero González Alcántar se refirió a los proyectos de infraestructura del Gobierno.
“Se pretende privilegiar el interés general, léase el de la facción en el poder, por encima de posibles afectaciones a los derechos humanos de los ciudadanos, bajo el argumento de que los proyectos de infraestructura tienen la suficiente relevancia como para hacer un lado los intereses de la población”, dijo.
El ministro de 74 años, quien llegó a la Corte luego de una larga carrera en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, y se ha instalado firmemente en su fracción más liberal para molestia de López Obrador, dijo que el Poder Judicial se vuelve obstáculo a vencer para gobiernos que no logran cumplir sus promesas.
González Alcántara remató advirtiendo sobre “la encrucijada” que enfrenta el país.
“Se nos pide elegir entre dos caminos: la continuidad, consolidación y perfeccionamiento de nuestras instituciones, o su demolición completa, su reemplazo por una nueva realidad de la cual no tenemos más que un bosquejo borroso e inexacto. Reflexionemos antes de elegir”, concluyó.