Entre sus exigencias se encontraban apoyos para comunidades marginadas, plazas automáticas para alumnos de la Escuela Normal Rural de Tenería y mantenimiento de centros educativos.

Pese a que el semáforo por la contingencia de COVID-19 continua en color rojo, las manifestaciones en la capital del Estado de México continúan. Los inconformes han echado mano de sus automóviles para movilizarse y externar sus exigencias.

La mañana del lunes, en las inmediaciones de La Marquesa, se dieron cita cerca de 100 automóviles que partieron con rumbo a la Plaza de los Mártires, en la ciudad de Toluca.

La “Caravana Magisterial-Popular”, misma que reunió a integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), del Movimiento de Reconstrucción Sindical (MORESI), de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), la Federación Independiente del Valle de Zumpango (FIVAZ) entre otros, avanzaron por Paseo Tollocan, hasta llegar al primer cuadro de la ciudad. Frente a Palacio de Gobierno cerraron la circulación en la calle de Lerdo de Tejada.

Peticiones

Exigieron apoyos para comunidades marginadas, plazas automáticas para alumnos de la Escuela Normal Rural de Tenería, mantenimiento de nuevos centros educativos, regularización de plazas y otorgamiento de base inmediata de profesores eventuales, pago de honorarios a los maestros y directivos que no lo han recibido, construcción de aulas, sanitarios e infraestructura escolar, dotar de equipo de cómputo a estudiantes y profesores con la conectividad gratuita para el trabajo en línea, entrega de becas a estudiantes de todos los niveles escolares, pago de prestaciones establecidas, atención médica oportuna y con medicamentos suficiente en el ISSEMYM.

Desigualdad en contingencia

“La pandemia ha puesto en evidencia la desigualdad que existe entre estudiantes de familias que viven en pobreza, y aquellos que cuentan con recursos para tener Tecnologías de Información y Comunicación, además de la conectividad; hoy se vive una doble marginación, la que provoca la exclusión y desigualdad, y la que implica la falta de infraestructura educativa, instrumentos tecnológicos y de comunicación”.

Aunado a lo anterior, los inconformes pidieron la aplicación adecuada de recursos que garanticen un óptimo retorno a los salones de clase privilegiando la salud de los estudiantes y profesores.