Los esquemas de aseguramiento a personas independientes y trabajadoras del hogar ejercen una presión financiera para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), aseguró Rolando Silva, integrante del Colegio de Contadores Públicos.
Estos programas permiten la afiliación al IMSS de artesanos, profesionistas y consultores, así como a trabajadores del hogar, de manera voluntaria y con todas las prestaciones, añadió en entrevista exclusiva la semana pasada.
“El tema financiero es que hay necesidad de hacer grandes erogaciones con prácticamente nada de cotización por ese trabajador, ese hueco que se genera se tiene que cubrir con gasto público.”Se tendrá que incrementar de manera importante el presupuesto de recursos fiscales, asignar al IMSS para brindar atención a todas esas personas que comienzan a cotizar en una etapa muy avanzada y que van a tener necesidades”, añadió el especialista.
Puso como ejemplo que si alguien que tiene 55 años se afilia, por el simple paso del tiempo tendrá un requerimiento de atención médica, que es muy costoso, el cual tendrá que cubrirlo el Instituto.
Silva añadió que no habrá una proporción entre los costos que tendrá el Instituto y lo que aporta ese trabajador independiente, en varias décadas.De acuerdo con datos del IMSS, más de 730 mil personas trabajadoras independientes gozan de seguridad social, lo cual genera mensualmente al organismo más de 460 millones de pesos.
El integrante del Colegio de Contadores Públicos subrayó que a pesar de que el Instituto cuenta con ingresos adicionales, por el momento estos afiliados son una carga adicional.
“En este momento son una carga adicional, alguien que cotiza dos años tiene derecho a que se atiendan sus padecimientos, pero si tiene una enfermedad crónica generará un gasto mucho mayor de la cantidad de dinero que aportó al Instituto, definitivamente ahora es un gasto”, subrayó Silva.
El contador afirmó que a través de estos programas de afiliación voluntaria, el IMSS combate al mismo tiempo las simulaciones en las relaciones laborales que eran muy comunes.Es decir, había personas que contrataban a una empresa para que se hiciera pasar por su patrón y así empezar a cotizar o reactivar sus semanas de cotización ante el IMSS.
Sin embargo, esta práctica constituye una defraudación fiscal, agregó.
“Muchas personas simulaban relaciones laborales, contrataban a alguien para que lo registrara ante el IMSS y reactivar las semanas, esto es defraudación fiscal y le están dando seguimiento.
“Bajo algunas circunstancias pueden tener alguna sanción penal, porque están simulando”, explicó Silva.