Ciudad de México.- Después de un año en reclusión, Hugo Alberto Karam Beltrán, ex jefe de la Policía de Puebla en el sexenio de Mario Marín, abandonó ayer el Penal de Cancún y continuará en libertad su proceso por el caso de las presuntas torturas a la periodista Lydia Cacho.
El ex mando policiaco consiguió el cambio de medida cautelar luego que un juez federal le concediera un amparo en el que consideró que ya no existía el riesgo de que pudiera darse a la fuga, confirmaron autoridades ministeriales.
En sustitución de la prisión preventiva justificada, le impusieron la prohibición de salir de Quintana Roo y su presentación periódica para firmar el libro de procesados del Juzgado Segundo de Distrito en la entidad.
La Fiscalía General de la República presentará un recurso de revisión con la finalidad de que sea revocada la libertad del ex funcionario y vuelva a la cárcel, indicaron funcionarios federales.
El 13 de julio de 2023, el ex mando policiaco fue detenido en Boca del Río, Veracruz, con base en una orden de aprehensión librada en 2019 por el Primer Tribunal Unitario de Quintana Roo por el delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho.
Los hechos que le atribuyen ocurrieron en 2005, cuando la Policía de Puebla detuvo a Cacho en Cancún con una orden de captura por los delitos de difamación y calumnia, cuyo origen era una denuncia penal del empresario Kamel Nacif Borge, conocido como “El rey de la mezclilla”.
Karam fue jefe de la Policía Judicial de Puebla durante el sexenio del gobernador Mario Marín.
Según la Fiscalía General de la República, la periodista fue trasladada por tierra desde Cancún hasta Puebla, un trayecto en el que habrían ocurrido las torturas que ahora imputa la FGR al ex mando policiaco.
Kamel Nacif denunció a la periodista por la publicación del libro “Los demonios del Edén”, en el que la autora menciona al empresario textilero como uno de los invitados a fiestas en las que eran pervertidos menores de edad.
Luego de la captura de Lydia Cacho, se dieron a conocer conversaciones telefónicas entre el entonces gobernador poblano y el empresario, en las que celebraban el “escarmiento” que propinaron a la periodista.
Nacif está exiliado en Líbano, pese a que ganó un amparo que canceló la orden de aprehensión en su contra; en tanto, el ex gobernador Mario Marín continúa bajo proceso y recluido en el Penal del Altiplano.