En plena adolescencia, Takumi Higashida Martínez, prefiere que le regalen libros o cursos de matemáticas sobre cualquier otro obsequio.

Hoy, a sus 16 años, y pese a la falta de apoyo gubernamental, es uno de los jóvenes que puso en alto el nombre de México en la Olimpiada Internacional de Matemáticas 2024.

La delegación mexicana que participó en la Olimpiada ganó la medalla de oro y colocó al País en el segundo lugar iberoamericano en el certamen realizado en Reino Unido.

Además, en esta 65 edición, los adolescentes consiguieron dos medallas de plata, dos de bronce y una mención honorífica, con lo que el País se coloca en el 24 lugar de 108 países que compitieron en la justa internacional.

Takumi fue uno de los adolescentes que obtuvo medalla de plata.

Para que los jóvenes mexicanos lograrán viajar a Reino Unido, la delegación mexicana tuvo que conseguir recursos por medio de fondeos y donaciones.

“(Se) consiguió la donación de un auto y se hizo una rifa. Estuvimos apoyando con la venta de boletos, y el dinero lo recaudó la Olimpiada Mexicana de Matemáticas; fue fondeado; y fue estar pidiendo donaciones, tocando puertas”, contó Blanca Martínez Flores, mamá del adolescente.

“Del Gobierno, la verdad, es que hay muy poco o nulo apoyo económico. Sí hay mucho trabajo de toda la organización y de las familias para tratar de conseguir los fondos”.

Además Martínez Flores afirmó que aunque la organización buscó apoyos gubernamentales, no se le otorgaron.

“Un día antes del viaje a China recibimos una invitación de la Secretaría de Educación Pública de la Ciudad de México. Los niños fueron, pero tal cual fue para tomarse la foto, o sea, no les dieron nada, nada más fue así de felicidades, los aplaudimos y ya”, lamentó.

La mujer estimó en 150 mil pesos el costo del viaje por cada adolescente.

“Es una pena que tengamos que estar, pues, casi que saliendo a botear. Haremos lo que sea necesario para acompañar a nuestros chicos en el sueño que ellos persiguen. Pero sí es una pena que no haya visibilidad de estas iniciativas, que no se impulse, que los que más chicos participen, se entrenen y que no haya un apoyo de decir les cubrimos una parte”.

Dos escuelas
Para Carlos Higashida, papá de Taku, lo que consiguió su hijo es un gran logro porque prácticamente es como si estuviera en dos escuelas de manera simultánea.

“Tiene que mantenerse al día con la secundaria, pero al mismo tiempo hay semanas de entrenamientos intensivos… dedicado al 100 por ciento a las matemáticas”, dijo.

Aseguró que es admirables su dedicación, afición y pasión por las matemáticas.

“A nosotros nos toca apoyarlo muchas veces, motivarlo emocionalmente por lo que representa esta carga de trabajo”.