El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, mejor conocido como Prueba PISA por sus siglas en inglés, es una valoración internacional realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cada tres años.
Su objetivo es evaluar la formación estudiantil al término de la etapa de enseñanza obligatoria, usualmente a los 15 años, para dar información detallada sobre las aptitudes y habilidades adquiridas hasta el momento. Esto permite a las naciones tomar decisiones y adoptar políticas públicas a favor de la educación, explica la OCDE en su artículo “El programa PISA de la OCDE. Qué es y para qué sirve”.
“La evaluación cubre las áreas de lectura, matemáticas y competencia científica. El énfasis de la evaluación está puesto en el dominio de los procesos, el entendimiento de los conceptos y la habilidad de actuar o funcionar en varias situaciones dentro de cada dominio”, se especifica.
“No interesa, pues, en el enfoque de la evaluación de competencias, sólo si una persona lee y cuánto lee, por ejemplo, sino más bien qué competencia tiene en la lectura: qué capacidad para identificar ideas y argumentos en el texto, qué destreza para reconocer problemas y planteamientos distintos”.
¿Qué beneficios tiene?
La Prueba PISA acarrera distintas ventajas frente a otras evaluaciones. Por un lado, evita juicios tajantes sobre el aprendizaje de los estudiantes; por el otro, propone diversas operaciones intelectuales con las que se puede mostrar tanto las capacidades y los conocimientos adquiridos como su grado de manejo, indica la OCDE en el artículo referido.
Al incluir subcompetencias o habilidades específicas, añade, también se pueden determinar carencias para desenvolverse en un campo concreto.
Además, sus resultados permiten visualizar qué tan preparados están los jóvenes para enfrentar algunos retos de la vida real, agrega la organización con más de 35 países miembros.
Áreas de oportunidad
Se ha señalado que el diseño de PISA impide evaluar el aprendizaje de contenidos específicos en los programas académicos ni el desempeño de docentes.
En un artículo publicado en The Conversation, especialistas destacan que existen aspectos de la prueba que han sido objeto de discusión:
+ Enunciados inadecuados: algunas respuestas en los apartados de opción múltiple no contemplan la totalidad de las situaciones.
+ Sesgo cultural: la presencia de sesgos culturales en ciertos apartados conlleva a disparidad entre zonas geográfico-culturales.
+ Modificaciones: los cambios en enunciados y en las definiciones de los índices sin una explicación ponen en tela de juicio la fiabilidad de ciertos resultados.
+ Respuestas superficiales: en lugar de ofrecer explicaciones coherentes y bien fundamentadas en los resultados inesperados, la Prueba PISA recurre a generalidades o aclaraciones sin base en los datos del estudio.