Ciudad de México.– La maestra Rosa, oaxaqueña, de huipil y aretes, tiene fracturados dos dedos de la mano derecha, desde hace días lleva una muñequera negra y por eso cree que ayer, afuera de Palacio Nacional, cuando la CNTE protestaba contra la represión al magisterio en Oaxaca, los policías no la golpearon. 

“Yo le puse la mano acá y como ya venía así con el cuadro este que traen (el escudo), ya no me lo soltaron ¿sí? Porque me vieron así. Pero al compañero sí, lo agarraron entre tres y lo patearon y le pegaron con el escudo y lo lastimaron, tiene roto acá. Le pegaron en la cabeza y le pegaron en el brazo, la clavícula está rota y otro compañero, el ojo.

“El ojo aquí le pegaron. En el ojo. Y a otro compañero precisamente le abrieron acá. Le pusieron siete puntadas ¿Sí? Ese fue el tercero. Otro compañero en la cabeza. Fueron como siete, ocho. Ocho compañeros lastimados el día de ayer”, relató Rosa, sentada bajo la sombra en la banqueta afuera de la Secretaría de Gobernación, donde unos 300 maestros de la CNTE fueron a protestar contra la represión de ayer.

Los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Nación (CNTE) marcharon desde el Zócalo, donde desde el 15 de mayo tienen un campamento para exigir aumento salarial del 100 por ciento, la eliminación de la Ley del ISSSTE de 2007 y lo que queda de la reforma educativa de 2013, y llegaron a la Segob a pedir castigo contra quien ordenó reprimirlos en Palacio Nacional, apenas minutos después de salir de una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“El presidente prometió que no habría represión ni uso de la fuerza contra la CNTE ni castigos administrativos ni económicos y afuera ya nos agarraron a golpes. Nos encerraron de un lado y de otro con policías”, acusó la representante de la CNTE de Oaxaca, Araceli Pérez.

López Obrador cumplía con su promesa de reunirse con la CNTE hasta que después de la elección del domingo 2 de junio, pero tampoco hubo soluciones.

Tan sólo hubo la promesa de una nueva reunión, para el próximo martes, probablemente con la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y quizás el análisis de que enviará una iniciativa al Congreso para eliminar le Ley del ISSSTE.

Esa iniciativa estaría encaminada a que los maestros se puedan pensionar con sus salarios completos y que su pago aumente conforme al salario mínimo, además de eliminar el régimen laboral de excepción que los diputados de Morena avalaron para el magisterio.

Al salir se enteraron de que en Oaxaca la Sección 22, que había tomado el aeropuerto, había sido reprimida, y entonces se brincaron de regreso las vallas de Palacio y fueron repelidos.

“Cuando vimos ya venían los policías del otro lado y nos encapsularon. No nos dejaban salir. Dos de los compañeros como pudieron abrieron la valla y por ahí pudimos salir, pero de ahí los empezaron a golpear a los que se quedaban atrás. A uno de de la sección 22 lo tiraron, lo patearon, le pegaron. Todo tiene morado, toda la parte de… Todo, todo en su estómago. Ajá, a ese compañero. Le rompieron sus lentes, iba con lentes”, contó Rosa.

Pérez admitió que en Palacio Nacional posiblemente ellos iniciaran las pintas.

“Pero hay que entender primero que hay un antecedente en Oaxaca”, argumentó.

Bajo el calor del mediodía, con sombrillas y sombreros, la demanda de la CNTE fue que se castigara a quien dio la orden a los policías y que se investigara la existencia de grupos de choque de vendedores ambulantes alrededor del Palacio Nacional, que también los agredieron.

Pero, sobre todo, los maestros querían decir que no se irán del Zócalo de la Ciudad de México hasta conseguir lo que piden.

“Esto (la represión) no es nuevo compañeros, en el sexenio de Enrique Peña Nieto sucedió algo parecido”, advirtió Héctor Torres Solano, dirigente del magisterio disidente en Guerrero.

“¡La Coordinadora Nacional no se intimida!”, gritó a través de un micrófono el líder de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG).

“Hemos tenido presos políticos, hemos tenido varios compañeros caídos, ejemplo de ellos los compañeros de Nochixtlán. Ni con eso, ni con sus guerras, ni con sus tanques han podido callar al magisterio y hoy no va a ser la excepció”, agregó Torres.

“A la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación no la van a intimidar con este golpe que le acaban de dar. Al contrario, esto nos fortalece y nos da más coraje para seguir avanzando con nuestras jornadas de lucha, para seguir avanzando con nuestra agrupación y poder salir de nueva cuenta con más coraje”.

El jueves los de la CNTE tienen otra reunión con la Segob y el viernes marcharán del Monumento a la Independencia al Zócalo y el próximo martes tendrán otra cita con el presidente en Palacio Nacional.

Este mediodía no se vieron policías con escudos en las inmediaciones de la Segob y la manifestación de una media hora fue pacífica, solo con gritos, consignas y la entonación de su himno con el puño en alto.

Los maestros esperan que para entonces, los heridos de ayer se hayan recuperado, tres en Oaxaca y siete en la Ciudad de México, uno de los cuales permanecía en el ISSSTE por un golpe en un ojo.