El Centro de Conservación de Tigridias de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) es el principal reservorio de esta especie cultivadas y silvestres de México, su objetivo es la conservación del germoplasma –material genético– de esta planta bulbosa perteneciente a la familia de las iridáceas.
Con sede en el Centro Universitario UAEM Tenancingo, este espacio alberga en la actualidad 15 de las 43 especies de tigridia que se distribuyen en 29 estados de la República Mexicana, 90 por ciento del territorio nacional y, de las cuales, 80 por ciento son endémicas, mientras que el resto se comparten con Centroamérica y el norte de Sudamérica.
Luis Miguel Vázquez García, catedrático e investigador de la UAEM, indicó que desde 1994 en él se conserva el germoplasma y ambiente de especies colectadas en diversas partes del territorio nacional.
Realizamos, detalló, las primeras colectas en el municipio mexiquense de Temascaltepec, donde hay una amplia variedad de Tigridia Pavonia, especie nativa de México. Hoy contamos con las nueve variedades de esta especie, también conocida como oceloxóchitl, flor de tigre o flor de un día”.
Precisó que a pesar de que se realizan colectas muy específicas para la conservación y propagación de las diferentes especies, algunas son sumamente estrictas en su hábitat y difícilmente se logra ello.
Abundó que el Centro de Conservación de Tigridias de la UAEM, a dos mil 50 metros de altura sobre el nivel del mar, es único en su tipo a nivel nacional; sin embargo, para la conservación de esta planta ex situ -fuera de su hábitat- y considerando el deterioro de bosques y selvas, es necesario el establecimiento de al menos dos más en estados como Oaxaca, donde podría ubicarse a los mil 800 metros, e Hidalgo, a los dos mil 800 metros sobre el nivel del mar.
Modelo cero agroquímicos para la conservación de tigridias
En la actualidad, el Centro Universitario UAEM Tenancingo cuenta con un área de aproximadamente una hectárea de tigridias sembradas, principalmente de la especie pavonia.
Nuestra intención, dijo Vázquez García, es colaborar a conservarla a través de un modelo cero agroquímicos, por lo que solo utilizamos lombrihumus”, abono obtenido del excremento de lombrices alimentadas con desechos orgánicos, que de manera natural mejora las características físicas y químicas del suelo y ayuda a la nutrición vegetal.
La forma de reproducción de la tigridia, aseveró, es por bulbo, en lo subterráneo, o por semilla, vía aérea; además, el bulbo le permite conservarse durante la época de estiaje.
Las diversas especies de tigridia, sostuvo, tienen diferente susceptibilidad y resistencia a las plagas y enfermedades y la lombricultura permite mantener los cultivos libres de patógenos.
Resaltó que “esta planta tiene muchas características de silvestre. Es muy noble y se propaga fácilmente. En un gramo se pueden concentrar hasta 100 semillas. Puede crecer en las banquetas. Su peor enemigo son las ardillas, que se comen sus bulbos”.
Salvo la Tigridia Pavonia, que está semi domesticada, el resto de las especies son consideradas silvestres y pueden hallarse en gran variedad de hábitats: bosques de pino, oyamel, encino, pino-encino, encino-oyamel, bosque tropical caducifolio, praderas, pastizales, matorral xerófilo, lugares semidesérticos e incluso, en los bordes de caminos y carreteras.
Sin embargo, esta gran diversidad puede ser, al mismo tiempo, muy delicada, ya que la alteración de las condiciones en las que habitan las tigridias puede afectar gravemente a su población. Ello no sólo incluye las modificaciones climáticas, sino también la erosión de los suelos a causa de la tala intensiva, deforestación, incendios y ampliación de autopistas o vialidades similares.
Tigridias tiene gran potencial alimenticio
El académico universitario destacó el potencial ornamental, alimenticio e, incluso, medicinal de las tigridias. La belleza de las flores, dijo, salta a la vista; sin embargo, no se ha puesto énfasis en su comercialización, por ejemplo.
Por otra parte, señaló que no se han aprovechado las propiedades alimenticias de la planta. “La cosecha de los bulbos sería similar o mayor que en el caso de la papa, con propiedades similares, según los análisis bromatológicos, es decir, 35 por ciento de carbohidratos y 4 por ciento de proteínas, así que tiene un gran potencial en la alimentación humana, principalmente en áreas en las que otros cultivos pudieran estar restringidos”, dijo.
Finalmente, consideró necesario realizar estudios sobre sus propiedades medicinales, ya que en documentos prehispánicos como el Códice Florentino se refiere su uso con diferentes fines.
Luis Miguel Vázquez García puntualizó que México enfrenta el reto de conservar sus recursos fitogenéticos y darles un uso razonable. Debe aprovechar su megadiversidad e introducir nuevas especies a la horticultura ornamental nacional e internacional.
Refirió que el Centro de Conservación de Tigridias del Centro Universitario UAEM Tenancingo tiene como propósito promover la conservación in situ y ex situ la riqueza del género Tigridia, así como dar a conocer sus características morfológicas, hábitat y distribución, para lo cual es fundamental el apoyo de los tres niveles de gobierno.