En los últimos meses, han habido distintos avistamientos de avispas asesinas japonesas en Estados Unidos. Este variedad agresiva de avispas puede ser sumamente perjudicial para la población de abejas en norteamérica. De hecho, si llegan a aclimatarse a este ecosistema, pueden diezmar la población de abejas. Por eso, científicos y cultivadores de miel están sumamente preocupados.

Las avispas asesinas japonesas son una variedad de insectos grandes oriundos de zonas templadas en Asia. Se trata de avispas de hasta 5 centímetros de largo que tienen un aguijón extremadamente largo (puede perforar un traje de apicultor) y venenoso, además de un poderoso par de pinzas. Estas avispas suelen atacar colmenas de abejas y decapitarlas con sus pinzas para llevarse el abdomen con el que alimentan a sus crías. Un pequeño enjambre de estas avispas, puede acabar con una colmena entera en cuestión de horas.

Según el relato de The New York Times, Ted McFall, un apicultor de Custer, Washington en el noroeste de Estados Unidos, cerca de la frontera con Canadá, fue a ver a sus abejas y se encontró con un terrible espectáculo. Toda una colmena estaba esparcida en el piso, decapitada. Dentro de la colmena también había cientos de abejas muertas degolladas. McFall no tenía idea de qué podía causar esto hasta que le dijeron que hubo dos avistamientos de avispas asesinas japonesas en el estado de Washington.

Científicos norteamericanos han intentado encontrar los nidos de estas avispas por el potencial daño que pueden tener en este ecosistema. De hecho, si se reproducen a gran escala, las avispas asesinas japonesas podrían diezmar la población de abejas de Estados Unidos hasta un punto irreversible. De acuerdo a Rian Wojahn, el coordinador de erradicación para el Departamento de Agricultura del Estado de Washington (WSDA), una invasión similar de avispas asesinas en Europa redujo de un 30% la población de abejas y de dos tercios la producción de miel.

Chris Looney, un entomólogo de la WSDA opinó también que este es el mejor momento para erradicar la nueva invasión de avispas asesinas. Según él, si no lo hacen en los próximos dos años, tal vez sea demasiado tarde. Una vez que la población de avispas asesinas se integre completamente, va a ser imposible erradicarlas en esta zona del planeta.

El problema con esta campaña de erradicación es que es muy difícil encontrar los nidos subterráneos de las avispas asesinas. Por eso, se han implementado diferentes sistemas de trampas para tratar de atrapar a una reina, además del uso de escaners térmicos para encontrar los nidos de las avispas (que llegan a mantener hasta 30 grados centígrados por el movimiento de la colmena).

Por si fuera poco, las avispas asesinas, a pesar de que no son particularmente agresivas, pueden ser letales para el hombre. De entrada, pueden picar en varias ocasiones (a diferencia de las abejas), sus aguijones penetran ropa de protección e inyectan un poderoso venenos. Por eso, si llegan a picarte muchas, aunque no seas alérgico, los efectos pueden ser devastadores. Además, las avispas asesinas tienen uno de los piquetes más dolorosos de insectos en el mundo entero (como bien lo comprueba este video de YouTubers masoquistas).

Se estima que, en Japón, estas avispas matan a 50 personas anualmente.

Los científicos todavía no descubren cómo llegó esta especie a América. Las avispas asesinas pueden desplazarse por millas y llegar a velocidades de vuelo de más de 20km por hora. Sin embargo, esto no basta para cruzar un océano.

Mientras descubren este misterio, esperemos que se resuelva pronto el problema de esta nueva invasión y que éste no sea el principio del fin de muchas abejas en norteamérica. De nuevo, sería la culpa de un humano que, al mezclar dos ecosistemas, se pierda el balance de un fino equilibrio.