Ciudad de México.- Durante el sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador se han repartido más de 2.6 billones de pesos en un total de 12 programas de Bienestar.
De acuerdo con un informe presentado por la Secretaría de Hacienda, el gasto social entregado directamente a los beneficiarios se incrementó en 192 por ciento, entre 2019 y 2024, al pasar de 253 mil a más de 741 mil millones de pesos.
De acuerdo con el reporte, el crecimiento en términos reales, tomando en cuenta el impacto de la inflación, fue de 131 por ciento.
Del total del gasto asignado a ese rubro, más de 1.4 billones de pesos fueron destinados al pago de las pensiones para adultos mayores, lo que representa cerca del 53 por viento del total de presupuesto para programas de Bienestar.
El segundo lugar lo ocupa el Programa de Becas Benito Juárez, con 460 mil millones de pesos e que incluye pagos a estudiantes de educación básica y media superior, así como al Programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
A ese gasto educativo, se suman más de 105 mil millones de pesos del programa de infraestructura La Escuela es Nuestra.
El listado de programas comprende Jóvenes Construyendo el Futuro, Niñas y niños, Sembrando Vida, Fertilizantes, Producción para el Bienestar, Precios de Garantía, Pesca y Vivienda Social.
Este miércoles, durante la conferencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador el subsecretario de Egresos, Juan Pablo de Botton, aseguró que la inversión en programas sociales y proyectos prioritarios en este Gobierno fue de 7.9 billones de pesos.
De ese total, explicó, 2.9 millones de pesos fueron asignados a programas sociales prioritarios para dar atención a la población más vulnerable, apoyos en educación, el campo, el empleo y la vivienda social.
Otros 5 billones fueron destinados a la inversión en el sistema de trenes de pasajeros y mercancías, construcción y modernización, de infraestructura aeroportuaria y de carreteras y caminos, así como el plan integral de infraestructura, hídrica e inversión para la soberanía energética.
De Botton sostuvo que la inversión fue posible por la política de austeridad en el gasto y el combate de la corrupción, así como la eliminación de los gastos santuarios.
En el primer caso, recordó que el Gobierno federal realizó una reducción en el gasto de operación que incluyó recortes en viáticos, Comunicación Social y pago de publicidad, así como arrendamientos, lo que representó una reducción del 26 por ciento, en términos reales al pasar de 80 mil millones de pesos, en 2018, a 59 mil millones de pesos en este 2024.
También destacó reducción de sueldos y salarios de altos funcionarios, así como la eliminación de puestos duplicados y ajustes a la estructura de gobierno al mínimo indispensable.
Entre las fuentes de gasto contabilizó la recuperación de recursos gracias a la desaparición de fideicomisos que no contaban con estructura.
Según explicó, el dinero permitió realizar reasignaciones a inversiones, prioritarias, programas sociales y emergencias, como la adquisición de vacunas para hacer frente a la pandemia de Covid-19.
Al presentar un balance global, puntualizó que el gasto en desarrollo social en esta Administración creció en un promedio de 5.4 por ciento en términos reales de manera anual, frente al 1.2 por ciento que se registró en el sexenio del priista Enrique Peña Nieto.
El subsecretario también refirió que el gasto de inversión tuvo un crecimiento en promedio anual del 7.3 por ciento, frente a solo el 0.1 por ciento del gobierno anterior
En la lista de 12 programas no se incluyó el de más reciente creación de La Clínica es Nuestra, con el que se pretenden distribuir unos 5 mil millones de pesos.