Ciudad de México.- La falta de respuesta por parte de la Fiscalía General de Estado de Guerrero, al hacer caso omiso para apresurar el cateo y obtener las órdenes de aprehensión, originó el linchamiento de Ana Rosa Díaz y dos de sus hijos, por su presunta responsabilidad en el secuestro y asesinato de la niña Camila en Taxco, acusó el Alcalde Mario Figueroa.
“La Fiscalía General del Estado debió liberar las órdenes de aprehensión para hacer justicia a a la menor, ¿por qué no lo hicieron? Sin esas órdenes, ni nosotros como Ayuntamiento, ni la Guardia Nacional, ni la Sedena, podíamos ingresar al domicilio porque cometíamos un delito.
“Ante el calor de la manifestación; la rabia; el dolor y la falta de respuesta por la Fiscalía General del Estado, los manifestantes optaron por ingresar al domicilio perpetuando los hechos que todos conocemos”, denunció el Edil.
Señaló que durante el linchamiento, elementos de la Policía estatal se retiraron ante la magnitud del problema y dejaron solos a los agentes municipales.
“Al ver la magnitud de los hechos, los elementos de la Policía estatal se retiraron del lugar quitando el apoyo a los elementos de la Policía municipal, quienes estuvieron hasta el último momento ahí y quienes fueron objeto de golpes, insultos y fueron rociados con gasolina igual que a las unidades a las que amenazaron con prenderles fuego.
“Aún así, y estando en total indefensión, los elementos de la Policía Municipal estuvieron y mantuvieron la cordura tratando de retirar a los agredidos sin tener éxito debido a la cantidad de gente que superaba por mucho el número de elementos, además de tener vehículos que impedían que las patrullas salieran del lugar”, afirmó.
Por medio de un video difundido en redes sociales, Figueroa reiteró que los hechos rebasaron las capacidades del Municipio y el Gobierno estatal no ofreció el apoyo que solicitaron.
“Tenemos que ser realistas, como Municipio, estos hechos rebasaron nuestras capacidades y el Gobierno del Estado no nos brindó el apoyo que solicitamos desde la desaparición de la menor hasta la conclusión de los hechos”.
Figueroa también acusó de falsaria a la Fiscalía General de Guerrero, pues ésta dijo que atrapó a los presuntos responsables que fueron linchados, y al taxista implicado.
“Es falso, a los presuntos responsables los detuvo la ciudadanía”, dijo.
“La Fiscalía hace un comunicado diciendo que la detención (del taxista) estuvo a cargo de elementos de la Policía Ministerial, es falso, al conductor de taxi lo detuvo la Policía Municipal el día 27 de marzo. Después de todo lo sucedido y de haber desistido de solicitar apoyo, fue hasta las ocho de la noche que el Director general de Gobernación, Francisco Rodríguez Cisneros, se comunicó con un servidor para dar respuesta a mi llamada; tristemente ya era demasiado tarde”.
El Alcalde lamentó los ataques que ha recibido ante acusaciones de no haber actuado en el caso.
“Los respeto, pero no los comparto. Es necesario que sepan que hice todo y más de lo que está en mis manos como Ayuntamiento Municipal.
“¿Cuál fue mi error? No hacerlo público y no tomarme la foto como aquellos que usan la desgracia y el dolor ajeno para el beneficio personal”, indicó.
Camila fue secuestrada el pasado miércoles 27 de marzo y hallada muerta en la Carretera federal Taxco-Cuernavaca la madrugada del día siguiente.
La niña de 8 años murió a manos de los presuntos plagiarios, los cuales fueron sustraídos de su domicilio por pobladores que llevaban horas esperando las órdenes de arresto y allanamiento por parte de la FGE.
Ana Rosa Díaz Aguilar, supuesta implicada en el feminicidio de la menor, murió a consecuencia de las golpizas que le propinaron decenas de hombres y mujeres en plena Avenida Plateros, donde los vecinos ya habían volteado y vandalizado dos taxis desesperados porque los agentes ministeriales se retiraron a buscar una orden de aprehensión y no regresaban.
La mujer acusada fue arrebatada a la Policía cuando ya se encontraba en la parte trasera de una patrulla, al igual que sus dos hijos. Pero éstos últimos lograron ser rescatados por agentes estatales y de la Guardia Nacional, para que recibieran atención médica en Iguala.
En el inmueble de los presuntos plagiarios, ubicado en la calle 2 de El Chorrito del barrio La Florida, estuvo Camila el miércoles 27 jugando con la hija de Ana Rosa Díaz.
El día de los hechos, alrededor de las 13:00 horas, la víctima salió de su domicilio y caminó unos 200 metros para llegar a la vivienda de su amiga. Las dos niñas habían quedado de chapotear en una alberca de plástico.
Unos videos grabados por cámaras de seguridad en la zona demostraron que Camila sí llegó a la casa de Ana Rosa.
Al día siguiente, alrededor de las 4:00 horas, apareció asesinada dentro de una bolsa negra que estaba tirada en la Carretera federal Cuernavaca-Taxco, 12 horas después de que a su mamá le exigieron un rescate de 250 mil pesos.