El Parlamento griego aprobó por una amplia mayoría la candidatura como jefa del Estado de la jueza Katerina Sakellaropoulou, lo que convierte por primera vez a una mujer en presidenta de Grecia.
Sakellaropoulou reunió 261 votos, muy por encima de los 200 que necesitaba para ser elegida en esta primera votación, gracias al apoyo del partido en el Gobierno, la conservadora Nueva Democracia, y de los mayores partidos de la oposición: el izquierdista Syriza y la coalición de centroizquierda Movimiento del Cambio.
Grecia cuenta desde hoy por primera vez con una jefa de Estado.
Grecia entra hoy en una nueva era, el país entra en el tercer decenio del siglo 21 con una mujer presidenta. Deseo a la señora Sakellaropoulou una presidencia exitosa“, afirmó el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, tras la elección.
Precisamente Mitsotakis destacó que la nueva presidenta es “una personalidad estupenda, una jueza estupenda que nos une a todos”.
Aunque Sakellaropoulou obtuvo una de las mayorías más amplias en una votación así, no contó con el voto, entre otros ausentes por enfermedad, de un gran personaje de Nueva Democracia y de la historia política reciente.
El exprimer ministro griego Andonis Samarás dijo poco después de que el primer ministro propusiera a Sakellaropoulou para el cargo, que no acudiría a la sesión por estar fuera del país.
En los últimos meses varios nombres se han barajado en los medios locales como posibles nuevos presidentes, entre ellos el del mismo Samarás y, aunque Sakellaropoulou fue una de ellos, no se encontraba entre los considerados más probables por los analistas.
El presidente del Parlamento, Konstandinos Tasulas, irá al Tribunal Supremo Administrativo esta tarde para anunciar formalmente a Sakellaropoulou la elección del Parlamento.
Se espera que la nueva presidenta tome posesión del cargo el 13 de marzo -un día después de que expire el primer y único mandato de su predecesor, Prokópis Pavlópulos-, dando comienzo a 5 años al frente de la jefatura de Estado.
En Grecia es muy común que los Gobiernos de izquierdas propongan presidentes conservadores, y viceversa, para ofrecer una imagen de consenso institucional.
Aunque Sakellaropoulou no ha militado en ningún partido político, es conocida su tendencia progresista y, además, se convirtió en la primera mujer en presidir el Tribunal Supremo Administrativo tras ser nombrada en 2018 por el anterior Gobierno de Syriza.
Mitsotakis consiguió gracias a esta propuesta conciliadora a la que el líder de Syriza, Alexis Tsipras, difícilmente podía negarse, asegurar el éxito con la amplia mayoría que ha dado el cargo hoy a Sakellaropoulou.
Además de la imagen de cohesión institucional, Mitsotakis consigue tres cosas con esta nueva jefatura de Estado: debilitar el discurso de la oposición que lo acusa de ser de extrema derecha, poner al mando del Supremo Administrativo a un juez de tendencia conservadora y sacar del cargo a Pavlópulos.
Los presidentes salientes suelen ser escogidos para un segundo mandato. De hecho, esta es la primera vez que un partido en el Gobierno no propone la reelección de un presidente de sus propias filas. Según los analistas, esto se debe a las malas relaciones entre Pavlópulos y el primer ministro, quien no apoyó su elección como presidente en 2015.
La elección de Sakellaropoulou como presidenta de Grecia es, también, un indicador de cambio en un país profundamente machista.
Según la agencia de la Unión Europea (UE) para la igualdad, Grecia tiene el dudoso honor de encabezar la lista de sus países miembros en desigualdad de género.
Los peores resultados los saca precisamente en acceso al poder: hay un 18% de diputadas y tan solo el 9,3 % de las ejecutivas de grandes empresas son mujeres.
Llegó la hora de que nuestra patria elija a una mujer como presidenta de la República“, destacó Mitsotakis cuando anunció su candidatura en un mensaje televisado a la nación.