Las tomas clandestinas para la ordeña de combustibles aumentaron en un 123 por ciento en los primeros cinco años del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, con respecto al mismo período de la gestión de Enrique Peña Nieto.
De 2019 a 2023, Pemex contabilizó 64 mil 32 piquetes en su sistema de distribución, la cifra más alta en la historia de la empresa.
El problema es tan grave que a plena luz del día es sencillo constatar la venta de combustible ilegal en las autopistas México–Querétaro, y México–Puebla.
Pese a la presencia de la Guardia Nacional en esas vialidades, son cientos los puntos de venta ilegal al paso de los automovilistas.
A un costado de las vías, mujeres y hombres ondean franelas, ponen en el suelo garrafas o bidones para llamar la atención de automovilistas frente al patrullaje de elementos de la Guardia Nacional.
A la altura del kilómetro 80, en el sentido de Puebla a la Ciudad de México, hay una gasolinera “Shell” y más adelante al menos 11 casetas de madera y lámina, donde se ofrece “talacha” y el combustible robado a menor precio que en las estaciones de servicio establecidas.
Tras darse a conocer la proliferación de piquetes en 2019, el presidente López Obrador puso en marcha una estrategia contra el robo de combustible que implicó el cierre de ductos y el transporte de combustible por pipas.
Sin embargo, los huachicoleros aceleraron esta práctica ilegal, principalmente en los ductos que van de Tuxpan, Veracruz, a la Refinería de Tula, Hidalgo.
Lo mismo ocurre en las tuberías que van de Tula a la CDMX y a la Refinería de Salamanca, así como hacia el estado de Jalisco; también son afectados los ductos que atraviesan Tabasco, Veracruz y Puebla.
Sólo en 2023 este fenómeno aumentó en un 15 por ciento al pasar de 12 mil 946 en 2022 a 14 mil 890 piquetes el año pasado.
El año pasado, Hidalgo lideró los piquetes a ductos con 3 mil 676 casos, Jalisco se posicionó en el segundo lugar con 2 mil 482 tomas, mientras que Edomex ocupa la tercera posición con mil 475, seguido de Veracruz con mil 454.
De acuerdo con información del Gobierno federal, cada día los huachicoleros ordeñan a Pemex 747 mil 240 litros de combustible, equivalentes a 25 pipas de 30 mil litros, como las que surten las estaciones de servicio de la empresa.
Esto significa que los traficantes de combustible obtienen al menos 18 millones de pesos al día y unos 562 millones de pesos al mes.
En el Informe Nacional de Seguridad, el Gobierno federal informó que en todo 2023 reportó una desviación por mercado ilícito de combustible de 4 mil 700 barriles diarios.
En 2024 la sustracción de hidrocarburos se mantiene en la misma cifra.