La empresa Latinus acusó a AMLO de utilizar el aparato del Estado para atacarla y detectar supuestos “movimientos extraños” en las finanzas personales de sus colaboradores como Carlos Loret y Víctor Trujillo, “Brozo”.
“A López Obrador le incomodan las voces discordantes y, en el caso de Latinus, la revelación de actos de corrupción en los que se evidencian financiamientos irregulares y tráfico de influencias para beneficiar a familiares, colaboradores y amigos”, dijo la empresa en un comunicado.
Ayer por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que nunca ordenó a la Unidad de Inteligencia Financiera investigar a Loret, pero señaló que el trabajo de la UIF es indagar los movimientos extraños “para cuidar lo relacionado con el lavado de dinero”.
“Es de dominio público que se trata de un periodista muy rico, que hace un periodismo al servicio de intereses creados”, subrayó AMLO en la mañanera.
Pero Latinus contestó horas después.
“Frente a las investigaciones difundidas por Latinus, nunca hemos recibido una respuesta clara y seria de su parte, sino, por el contrario, actos de persecución, amenazas y señalamientos desde su conferencia matutina que ahora han escalado en una indagación sobre finanzas personales de los titulares de programas de Latinus y sus familiares, a quienes ha hecho extensivo el acoso”, lamentó la empresa.
El 22 de junio, la columnista Peniley Ramírez publicó en Grupo Reforma que la UIF indaga desde el 8 de febrero pasado a Loret, su esposa Berenice Yaber y a Víctor Trujillo.