Pasó la pandemia y vino el tsunami de comercio chino.
Al menos cuatro macroplazas y decenas de pequeños supermercados se han instalado en un área de un kilómetro cuadrado para dominar el comercio del Centro Histórico.
Son grandes centros de distribución de productos para comercio formal e informal.
Los administradores y gerentes de las tiendas son de nacionalidad china y sus empleados son, en su mayoría, migrantes hondureños, venezolanos, colombianos y algunos chinos.
Se les paga en efectivo y laboran sin contrato ni prestaciones. Los productos se expenden sin factura, la mayoría es cobrada en efectivo y cuando se acepta tarjeta se cobra una comisión. No hay garantías sobre el producto ni devoluciones.
Los comerciantes chinos tienen bajo su mando a ejércitos de diableros que transportan las cajas de mercancías por las calles del Centro Histórico.
La principal plaza está en Izazaga 89 con 16 pisos y 40 tiendas por piso. En español es conocida como México Mart o Plaza Izazaga. Pero el letrero escrito en chino la identifica como “Ciudad de Comercio Internacional de Yiwu, China”.
Yiwu es una ciudad ubicada en la provincia de Zhejiang y es reconocida por su actividad comercial. Muchos de los comerciantes chinos asentados en las plazas mexicanas provienen de Zhejiang.
A 400 metros de distancia está la Plaza de Izazaga 38, un edificio de 12 pisos saturado de tiendas. El letrero escrito en chino la identifica como “Nuevo Centro Mayorista de Grandes Almacenes de Electronic City, China”.
En Izazaga 151 está una plaza de 5 pisos identificada en su rótulo chino como “Ciudad de Comercio Internacional de Guangzhou, China”.
Y hace unos meses, en donde estaba instalado un centro de comercios de enseres mexicanos, fue abierta una plaza de 9 pisos que en chino es identificada como “Llamas”. Está en Flamencos 9 a 350 metros de la plaza de Guangzhou.
Los dueños, administradores y vendedores de origen chino toman las calles para sus desplazamientos en scooters, bicicletas o motocicletas hacia sus centros de venta, comida o diversión.
En la zona se han instalado diversos restaurantes de comida china, con chefs extranjeros y que incluso dan servicio mediante repartidores contratados por aplicación que distribuyen los alimentos a comerciantes chinos en el área. Ahí no se habla español.
La plaza de Izazaga 89 tiene sanitarios para hombres y para mujeres con un costo de ingreso de cinco pesos, seis escaleras de emergencia, numerosas cámaras de seguridad y elementos de la Policía Bancaria Industrial que custodian las tiendas y el avance de los clientes.
Este inmueble es pionero en la venta de miles de productos traídos desde China.