CIUDAD DE MÉXICO — El número de monos aulladores que han muerto debido al calor en México aumentó a 157, informó el gobierno, con una cantidad trágicamente reducida de primates siendo atendidos o recuperándose.
Un domo de calor —una zona de alta presión centrada sobre el sur del Golfo de México y el norte de Centroamérica— ha evitado la formación de nubes y ha provocado mucho sol y altas temperaturas en todo México.
La semana pasada, ambientalistas reportaron que 138 de los primates de tamaño medio, conocidos por sus rugidos vocales, han sido encontrados muertos en el estado de Tabasco, en la costa del golfo, desde el 16 de mayo. Está pronosticado que casi dos terceras partes del país experimenten temperaturas máximas de 45 grados centígrados (113 grados Fahrenheit) el lunes.
El domingo por la noche, la Secretaría de Medio Ambiente reportó que el número aumentó a 157 y que se siguen investigando las causas de muerte. Pero un biólogo de vida silvestre en el lugar dijo que parecía ser un golpe de calor.
La secretaría señaló que las muertes ocurren tanto en Tabasco como en el estado fronterizo de Chiapas, y que 13 monos estaban siendo atendidos y siete ya habían sido regresados a su hábitat tras recibir atención.
También indicó que algunos de los monos están siendo atendidos por deshidratación y que tres están en condición grave, pero estable.
Más aún, con el calor, los incendios y la deforestación afectando los árboles en donde viven los monos aulladores, no está claro si su liberación garantiza su supervivencia.
El biólogo de vida silvestre, Gilberto Pozo, atribuye las muertes a la “sinergia” de factores que incluye temperaturas elevadas, sequía, incendios forestales y explotación forestal que priva a los monos de agua, sombra y la fruta que comen, aunque, señala, no pueden descartarse patógenos, enfermedades u otros factores.
Los monos aulladores suelen ser bastante intimidantes: son musculosos y algunos pueden alcanzar los 90 centímetros (3 pies) de altura, con colas igual de largas. Algunos machos pesan más de 13,5 kilos (30 libras) y pueden vivir hasta 20 años. Tienen grandes mandíbulas, y dentaduras y colmillos imponentes. Pero la mayoría son conocidos por rugir como león, en contraste con su tamaño.
También se han reportado en los estados sudorientales de México que las aves están siendo afectadas por el calor.
Con precipitaciones por debajo del promedio en casi todo el país en lo que va del año, los lagos y presas se están secando y los suministros de agua escasean. Las autoridades tuvieron que llevar agua en camiones cisterna para todo uso, desde hospitales hasta equipos de bomberos. Los bajos niveles de las presas hidroeléctricas han contribuido a los apagones en algunas partes del país.