Ciudad de México.- Aunque distintos indicadores de Pemex muestran que la empresa empeora, autoridades federales celebraron ayer la expropiación petrolera.
En lo que va del sexenio, su deuda con proveedores pasó de 149 mil 843 millones de pesos en 2018, a 297 mil 78 millones de pesos en 2023.
Además, las viejas plantas de refinación de Pemex perdieron en los últimos cinco años de operaciones más de 800 mil millones de pesos, y la producción petrolera pasó de 1.7 millones de barriles diarios en 2019 a 1.6 millones de barriles diarios en 2023.
Al conmemorar el 86 aniversario de Petróleos Mexicanos, autoridades ofrecieron evitar nuevos financiamientos para afrontar las deudas de la empresa y anunciaron que en 2025 se podría alcanzar la autosuficiencia energética en el país.
Sin embargo, evitaron hablar sobre los males financieros que aquejan a Pemex, así como de las caídas de producción que, más que hacer rentable a la empresa, la han convertido en un riesgo para las finanzas públicas.
El director de Pemex, Octavio Romero, reconoció que el Gobierno federal ha inyectado en 5 años 869 mil millones de pesos para el pago de la deuda, adquisición de activos, inversión en infraestructura y para fortalecer la liquidez de Pemex; en contraste, destacó que la empresa ha aportado a la hacienda pública 3.8 billones de pesos en impuestos y en derechos.
AMLO auguró que, al concluir su Administración, sólo tendrá una dependencia del 6 por ciento de gasolinas importadas. El pasado 13 de marzo, Reforma publicó que México aún depende en un 72 por ciento de los combustibles extranjeros para cubrir su demanda nacional.