Aurelio Nuño, exjefe de la Oficina de la Presidencia de la República, advirtió sobre la existencia de tres trampas de fondo contenidas en la reforma al Poder Judicial que no han sido visualizadas claramente por la Oposición, hoy atrapada en un debate “maniqueo” impulsado desde Palacio Nacional, sobre la elección de los juzgadores en las urnas.
El exfuncionario federal consideró que las trampas están en el control político sobre la selección de candidatos, el inmenso número de aspirantes que estarán en las boletas y la creación de un Tribunal de Disciplina que podría convertirse en una especie de inquisición judicial.
Enlista Nuño las trampas en reforma al PJ
Refirió que el modelo impulsado desde el Gobierno federal plantea seleccionar a un conjunto de precandidatos para ser jueces, magistrados y ministros de la Corte, a través de comités de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.Recordó que, en por lo menos dos de ellos Ejecutivo y Legislativo, la decisión quedará en manos de quien ostenta el poder, que en este caso serían Morena y sus partidos aliados.
Además, consideró que, en el caso del Poder Judicial, la coalición mayoritaria también tendría gran influencia, ya que el comité deberá ser aprobado por el voto de ocho de los 11 ministros, lo que implicaría la participación obligada de por lo menos un juzgador cercano al partido dominante.”Es una farsa el tema del voto popular, porque nos dan a escoger al pueblo candidatos que ellos ya preseleccionaron. ¿Cómo lo hacen? Pues cada poder va a nombrar una comisión, obviamente esa comisión será de gente, posiblemente muchos conocedores del ámbito, pero que simpatizan con el régimen”, dijo.
“Ahí es donde está la trampa, porque ese comité seleccionará a los perfiles, pero corren el riesgo de que sean ya partidizados. Y después se hace tómbola, pero ya sobre una preselección hecha por el régimen y después esos son los que se ponen a votación. Pueden decirnos a todos: ‘elijan’, pero elijan dentro de los candidatos que yo ya preseleccioné. Si escogen a uno u otro u otro, no importa, serán afines al régimen”.
La segunda trampa, explicó, reside en la gran cantidad de aspirantes a los cargos y la consecuente saturación que se presentará en la elección.
Como ejemplo, explicó que sólo para elegir a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cada ciudadano tendría que seleccionar a nueve personas de un grupo de 81 candidatos.
“Todos los ciudadanos tendremos una cantidad inmensa de boletas para elegir un número inmenso de candidatos que hace imposible, para cualquier persona, hacer un análisis cuidadoso de cuáles son los perfiles o quiénes son. Pues claro que no es viable”, afirmó.
“Ese es un segundo elemento de una farsa. El primero es, te aviento a candidatos que yo ya preseleccioné y al que elijas será un candidato del régimen. Pero encima te aviento tal cantidad de candidatos que para ti es imposible, o sea, para nosotros los ciudadanos, discernir con cuidado quién es quién y qué propone”.
Refirió que el tercer tema clave reside en la creación del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, que quedará integrado por cinco personas electas en estas condiciones, bajo control del grupo en el poder y con facultades arbitrarias para sancionar e incluso cesar a los integrantes del Poder Judicial.
“El nuevo tribunal que sustituye al Consejo de la Judicatura tendrá cinco miembros y se van a elegir por este mismo proceso. Serán cinco personas que puso el régimen y, por lo tanto, los controlará. Y que tienen facultades muy amplias, poco reguladas, por lo tanto, pueden ser totalmente arbitrarias para castigar a los jueces. Les pueden imponer multas económicas, los pueden suspender. Lo más grave de todo, los pueden correr”, manifestó.
“La inmovilidad judicial, que es algo muy importante, se pierde porque auténticamente este Tribunal, bajo casi cualquier circunstancia, los puede mover o los puede correr, incluyendo el que piensen que tienen un mal desempeño. ¿Cómo van a juzgar si se tiene un buen desempeño o un mal desempeño? Es un misterio, pero por un mal desempeño los pueden correr”.
Nuño advirtió que, con la reforma, el Tribunal podrá presentar un juicio de procedencia ante la Cámara de Diputados para remover a los jueces de sus cargos, por lo que ejercerán sus funciones “atemorizados”.
“No solamente los seleccionaron, sino que van a tener el control de su carrera profesional, con reglas arbitrarias y con las cuales los pueden sancionar o incluso correr. Ahí es donde terminan de tomar el control del Poder Judicial y lo van a partidizar y es muy grave”, sostuvo.
La Oposición y el anzuelo, dice Nuño
Por otro lado, de acuerdo con su análisis, los partidos parecen haber equivocado la discusión, al rechazar el sufragio en las urnas y, con ello, morder el anzuelo lanzado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Es un problema general, de una Oposición que no tiene ideas claras, que no tiene imaginación, que no tiene frescura. Han tenido, una vez más, una visión muy equivocada de este asunto y han caído una y otra vez en las trampas que pone, con mucha sagacidad, el Presidente de la República, que ha construido una narrativa muy poderosa, muy efectiva, clásica de los populismos
“Pero la Oposición cae redonda. El tema del voto popular, en mi opinión, es una farsa. Es decir, realmente no va a haber voto popular. No vamos a ser el pueblo, no vamos a ser los ciudadanos quienes elijamos realmente a los miembros del Poder Judicial. Ya van a estar preseleccionados por el régimen”.
“Es una burla, es una farsa, pero el Presidente los conoce tan bien, que saca el voto popular y la Oposición muerde el anzuelo y salen como locos a decir: ‘no queremos voto popular, qué horror, el Poder Judicial no se puede elegir por voto popular’. El Presidente termina exhibiendo a la Oposición como reaccionaria, sin imaginación, antidemocrática y que no quiere al pueblo. Y es una trampa”, agregó.