Flavio Cienfuegos, uno de los funcionarios más polémicos del INE, renunció como Jefe de Oficina de la presidenta del organismo, Guadalupe Taddei.
Pese a que en mayo del 2023 fue rechazado por la mayoría de los consejeros como secretario ejecutivo, por sus manos pasaban todas las decisiones clave del organismo electoral, incluso nombramientos.
A partir de este domingo estará fuera del INE para dedicarse a una consultoría y a temas académicos.”(Cuando decidí trabajar en el Instituto) tuve que dejar diversos proyectos de consultoría y académicos que tenía en proceso, básicamente en temas relacionados en políticas públicas, administración pública y desarrollo institucional”, indicó en entrevista.
Los consejeros que lo rechazaban lo etiquetaban como alguien afín a la 4T, al haber trabajado con Raquel Buenrostro, Secretaría de Economía, y en el Gobierno federal en el ISSSTE y en el IMSS.
Cienfuegos egresó de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, donde cursó maestría y doctorado.Estuvo en el Registro Nacional de Población e Identificación Personal y en el Registro Federal de Electores, donde, se afirma, conoció a Taddei, quien en 2017 lo contrató como asesor en el Instituto Electoral de Sonora, que ella presidía.
Afirmó que regresó al INE para contribuir en la organización de la elección, pero aceptó que no reunió los ocho votos necesarios para que fuera secretario ejecutivo.
“(En esa sesión) puede observarse que las valoraciones en ningún momento se orientaron a cuestionar las capacidades, habilidades y experiencias profesionales y personales (mías).
“Acordamos continuar con el acompañamiento desde la Jefatura de Oficina y establecimos que nos dedicaríamos a plenitud de nuestras capacidades para tratar de llevar a buen puerto el proceso electoral”, indicó.Cienfuegos aseguró que se va satisfecho de lo que hizo en el INE, pues el organismo demostró su capacidad y experiencias, y la elección fue un éxito.
“Considero que las decisiones de cada una y uno de los integrantes del Consejo General que votaron (mi nombramiento) son con base en su sistema de creencias, visión e intereses institucionales, lo cual merece todo mi respeto.
“¿Me hubiera gustado que hubiera sido otra su valoración y decisión? Claro que sí, para eso acepté la propuesta y posterior postulación de la consejera, sin embargo, mis respetos para sus valoraciones y decisiones. Personalmente, pienso que la valoración y decisión de capacidades y habilidades para la ocupación de cargos de esa responsabilidad es altamente compleja, y requiere de mayores elementos para una toma de decisiones más asertiva”, añadió.
La presidenta ha intentado reanudar la discusión sobre los nombramientos de direcciones, porque la mayoría de ellos son encargados de despacho por la falta de acuerdo entre los consejeros. Algunos consideran que esto sucederá en las próximas semanas.