Texcalyacac es un municipio mexiquense lleno de riqueza natural y cultural. Su historia y orígenes están en el antiguo territorio de los matlazincas, erigido como municipio libre y soberano en 1866.
La Secretaría de Cultura y Turismo, a través de la Subsecretaría de Turismo, recuerda la importancia y belleza por la que fue y ha sido reconocido este lugar, pues cuenta con particularidades que le han dado identidad al territorio mexiquense.
Texcalyacac, que significa “en la nariz del pedregal” o “en la punta del pedregal”, es uno de los 125 municipios del Estado de México, y aunque es una comunidad mayormente urbana, ocupa una parte de la región montañosa conocida como nahuatlaca-matlazinca, que inicia con el volcán de Holotepec y abarca una zona conocida como “Mal País”.
Entre sus atractivos turísticos y culturales se encuentran el templo de San Mateo Apóstol, construido en el siglo XVI, el cual resguarda 10 vitrales de Leopoldo Flores y retablos del siglo XVII.
Por otra parte, destaca también la biblioteca edificada con cantera negra labrada a mano en 1962, belleza arquitectónica y de inconmensurable valor histórico; asimismo, tiene 16 bustos que representan a las etnias más importantes del país y una pintura de la Virgen de Guadalupe que data del siglo XVII.
Del mismo modo, dispone de uno de los espacios para recreación y esparcimiento más grande de la región, en donde se organizan eventos para la convivencia familiar, nombrado parque recreativo Tecula, donde se puede realizar caminata y senderismo, visitar el cráter del volcán Holotepec y las minas de piedra volcánica, así como el Centro Ceremonial Matlazinca.
Destaca también por sus sitios arqueológicos que revelan el paso de las culturas olmeca, teotihuacana, tolteca, otomí, matlazinca y azteca.
En este municipio, la música es la más importante actividad artística, ya que tiene sus orígenes en un pasado remoto, así pues, se practica la música tradicional que nació de la mezcla de la música prehispánica con la española.
Entre sus costumbres destacan la elaboración de petates, aventadores, máscaras para las distintas danzas utilizadas en las fiestas patronales, y juguetes de madera.
Asimismo, en su gastronomía destacan los tlacoyos de haba, frijol y requesón, platillos preparados a base de carne de pato, quelites y huazontles, además el guajolote y el huexitamalli que es un gran tamal de maíz y haba, el cucux, así como el chorizo verde, que es característico de la región.
En cuanto a las bebidas, destacan la salta-patrás, siente-brincos, chichihulla, rascafuego, quemafuego y el pulque.