El Papa Francisco ha abogado por una Inteligencia Artificial que sea el camino hacia la paz y el progreso en un mensaje que ha lanzado con motivo de la Jornada Mundial de la Paz 2024, que se celebrará el próximo 1 de enero sobre el tema de las nuevas tecnologías.

El Papa ha valorado las amenazas y las virtudes de la Inteligencia Artificial (IA) y las nuevas tecnologías y lo ha dirigido “al pueblo de Dios, a las naciones, a los Jefes de Estado y de Gobierno, a los representantes de las distintas religiones y a la sociedad civil”, según recoge Vatican News.

El pontífice ha destacado que la paz pasa por el progreso de la ciencia y de la técnica “en la medida en que contribuye a un mejor orden de la sociedad humana, conduce a la mejora del hombre y a la transformación del mundo”, ha defendido. Asimismo, ha subrayado que el mundo “no necesita las nuevas tecnologías para contribuir al desarrollo inicuo del mercado y del comercio de armas, fomentando la locura de la guerra”.

Sin embargo, el Papa ha prestado atención a los logros de la ciencia y de la tecnología que “han remediado innumerables males” pero que también han abierto “un vasto abanico de posibilidades” y algunas pueden representar “un riesgo para la supervivencia y un peligro para la casa común”, ha advertido.

En su mensaje, Francisco ha puesto el foco en el escenario internacional y ha advertido que las operaciones militares mediante sistemas de control remoto “han conducido a una menor percepción de la devastación” y ha lamentado que “contribuyen a un enfoque aún más frío y distante de la inmensa tragedia de la guerra“. De este modo, ha justificado que “una máquina, por inteligente que sea, sigue siendo una máquina” y ha apostado por el control humano de las mismas.

Por lo tanto, desde el Vaticano se aboga por el uso de las tecnologías para “allanar los caminos de la paz” y para “introducir importantes innovaciones en la agricultura, la educación y la cultura, una mejora del nivel de vida de naciones y pueblos enteros, el crecimiento de la fraternidad humana y la amistad social”, ha subrayado.

El Papa ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para la creación de un tratado internacional vinculante que regule el desarrollo y el uso de la IA, teniendo en cuenta a todas las partes interesadas, incluidas las marginadas en el debate global.

En el mensaje también se recoge que las tecnologías “pueden estructurar el flujo de datos según criterios de selección no siempre percibidos por el usuario”, pero ha alertado de los riesgos que pueden suponer para la vida de “personas de carne y hueso”. Por ello, ha defendido que “los desarrollos tecnológicos que  agraven las desigualdades y los conflictos nunca podrán considerarse un verdadero progreso”.

El pontífice ha señalado que el ‘machine learning’, aprendizaje automático, y el ‘deep learning’, aprendizaje profundo, no son “garantía de fiabilidad”, porque “la capacidad de algunos dispositivos para producir textos sintáctica y semánticamente coherentes puede generar afirmaciones que a primera vista parecen verosímiles, pero que en realidad carecen de fundamento o traicionan prejuicios”, ha advertido.

Asimismo, ha avisado que el uso de la IA en campañas de desinformación puede provocar “graves problemas” y “una creciente desconfianza en los medios de comunicación” y esto “alimenta los conflictos y obstaculiza la paz”, ha alertado.

Para el Papa, la gran cantidad de datos analizados por las inteligencias artificiales no es garantía de imparcialidad , sino que se corre el riesgo de que la información “sea distorsionada” y de que el ser humano que “quiere controlarlo todo” pierda el control sobre sí mismo y caer en la espiral de una dictadura tecnológica”, ha alertado, lo que supondría graves consecuencias para “la convivencia pacífica de las sociedades democráticas”.

El Papa ha advertido que “las formas de inteligencia artificial parecen capaces de influir en las decisiones de los individuos mediante opciones predeterminadas asociadas a estímulos y elementos disuasorios, o mediante sistemas de regulación de las elecciones personales basados en la organización de la información”. En este sentido, el Papa ha dicho que son “elementos de control” y manipulación social” y que las “clasificaciones indebidas que se producen entre los ciudadanos” pueden resultar en “conflictos de poder”.

Por último, el mensaje recoge los “riesgos de ventaja desproporcionada para unos pocos a costa del empobrecimiento de muchos” que provoca la IA que está “absorbiendo tareas que antes eran prerrogativa exclusiva del trabajo humano”, ha señalado.

Asimismo, el Papa ha hecho un llamamiento a las instituciones para que eduquen en el uso de la inteligencia artificial: “Es necesario que los usuarios de todas las edades, pero especialmente los jóvenes, desarrollen una capacidad de discernimiento en el uso de los datos y contenidos recogidos en la web o producidos por sistemas de inteligencia artificial”, ha subrayado. “Las escuelas, las universidades y las sociedades científicas están llamadas a ayudar a los estudiantes y a los profesionales a asumir los aspectos sociales y éticos del desarrollo y del uso de la tecnología”, ha demandado el pontífice.