La entidad mexiquense cuenta con una gran riqueza cultural, artística, deportiva, turística y artesanal, que ha permitido a la entidad consolidarse como un lugar de destino para los visitantes.

Muestra de ello es el trabajo que realizan las y los artesanos, que con su talento y creatividad realizan piezas únicas, tal es el caso del maestro artesano Esteban Carlos Valles Ramírez, originario del Barrio de Guadalupe, en San Mateo Atenco, dedicado a las fibras vegetales, con especialidad en la miniatura.

Valles Ramírez participó en la sexta edición del Concurso Estatal Artesana y Artesano Mexiquense “Vida y Obra 2022”, organizado por el Gobierno del Estado de México, a través de la Secretaría de Cultura y Turismo y el Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM).

En este concurso obtuvo el Galardón Estatal con su pieza “El embarcadero”, una miniatura de fibras vegetales, que es la recreación de un espacio geográfico típico de su municipio.

“La pieza fue un sueño hecho realidad, porque muchas veces uno recuerda su infancia. Yo pregunté cómo era el Barrio de Guadalupe hace 80 o 100 años, y me empezaban a decir que aquí llegaban las canoas y que las personas se dedicaban a la recolección del tule.

“Lo traían con las canoas, el pescador se iba en cuclillas y realizaba la pesca enfrente de la canoa y yo allí represento a la señora tejiendo, normalmente aquí la palabra no es tejer es “entular” es lo que represento en mi pieza”, comentó el maestro artesano.

El trabajo del artesano Esteban Carlos es hacer todo en miniatura y él utiliza como la materia prima fibras vegetales y otros materiales, pero esta pieza ganadora fue particularmente de fibras vegetales.

“Aquí utilizamos el tule, es un material que se da en la laguna, nace solo, no tenemos problema en cuanto a sustentabilidad que esté en riesgo de desaparecer, es un material que da la naturaleza y está al alcance. Para hacer el rostro yo utilizo el corazón del tule, para mí es más trabajable porque yo lo que hago es moldear para lograr trabajar la cara”, mencionó.

Desde los 14 años empezó el oficio de ser artesano por la curiosidad de las aves, elaborando su propia ave con migajón de pan, es así como nació el amor por sus esculturas. Ahora a sus 56 años sigue trabajando este arte con mayor experiencia utilizando diversos materiales, pero principalmente el tule.

“A partir de este gran premio que me da el Gobierno del Estado de México nos queda seguir trabajando y elaborando piezas”, agregó el maestro del arte popular.

El IIFAEM invita a consumir lo hecho en el territorio mexiquense, a través de las Tiendas de Artesanías “Casart”, y a conocer estas obras de arte en https://iifaem.edomex.gob.mx/tiendas.