Un ser vivo de mil 568 años ha sido testigo de la historia del sureño estado mexicano de Oaxaca y del camino hacia el México actual. Es un ahuehuete que se resiste a perder su verticalidad y que se encuentra en lo que fue el patio de maniobras de la antigua estación del ferrocarril de la capital oaxaqueña.

Al pie de este ahuehuete, el académico Rodolfo Hernández Rea, ambientalista y profesor del Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, explica a Efe que este único ejemplar de este árbol de la familia de las cupresáceas, ubicado en la ciudad de Oaxaca pertenece a la especie taxodium mucrunatum, que llega a vivir hasta los 3.000 años.

Hernández Rea detalla que se pudo conocer su edad precisa cuando una descarga eléctrica ocasionada por una tormenta lo hizo perder uno de sus troncos, y al cortarlo en una rodaja de aproximadamente un metro de diámetro, se puedo llevar a cabo el conteo de sus anillos de crecimiento que, a pesar de los años, permanecen visibles y mudos en este pedazo de historia que se conserva en la ciudad.

Uno de sus planes, agrega, es que este singular ahuehuete sea nombrado “el Abuelo Guardián de la ciudad de Oaxaca”, y que a través de la fortaleza que le dé esa mención, se destinen apoyos para conservarlo al menos otros 1.000 años más.

Tomando en cuenta que en México la actual esperanza de vida para una persona es de 70 años, este abuelo guardián de la ciudad de Oaxaca ha visto pasar más de 25 generaciones y, de acuerdo con el especialista, el estado de salud del ahuehuete es bueno, y se asemeja al de un señor de 65 años de edad que sigue vivo y anda de pie.