Gabriel Gallegos García, alcalde de Tenancingo, informó que en el municipio la población está renuente a utilizar el cubrebocas e incluso, hasta tener sana distancia, pese a esta negativa, descartó estipular como obligatorio el uso de este artículo e incluso, lo consideró inviable.

El munícipe, precisó que la renuencia a utilizar al menos el cubrebocas entre los ciudadanos para su protección ha ido a la baja pues también apuestan a la concientización.

Incrementan casos positivos de COVID

Reconoció que tan sólo del viernes al inicio de esta semana, se registró un incremento en los casos positivos, así como en el número de defunciones, lo que ha provocado que la administración municipal extreme las precauciones, manteniéndose en semáforo rojo en algunas actividades.

“Hubo un poquito de negatividad al inicio, eso provocó que no aplanemos la curva en Tenancingo, aquí seguimos en semáforo rojo aunque el Estado de México esté en naranja, porque los números ni siquiera se han estabilizado”, dijo.

De acuerdo con los cálculos propios, el uso de cubrebocas en el municipio ronda el 70 por ciento, por lo que se mantienen las tareas de difusión sobre las medidas preventivas, como la sana distancia, el uso de cubrebocas y el lavado frecuente de manos.

Señaló que, uno de los principales retos es lograr que quienes provienen de otros municipios e incluso otras entidades se sumen a las tareas preventivas, ya que existe una movilidad importante, sobre todo en temas comerciales.

Comentó que pese al porcentaje en el uso de este mecanismo de protección, no se considera viable estipular la obligatoriedad, ya que se privilegian otras opciones.

“No lo veo como una manera viable, lo que estamos haciendo es insistir con los comerciantes, tanto en los mercados, tianguis y establecidos, a que obliguen a que sus clientes usen el cubrebocas antes de atenderlos o despacharlos, como una medida más sana que las multas, porque si la gente no quiere usarlo no lo va hacer”, dijo.